Origen: Viaje Entre Dimensiones - Chapter 60
Su corazón estaba completamente roto, no porque su hija le haya gritado, sino por la expresión de traición que le estaba dando.
“Lo siento…” – murmuró la bella pelimorada mientras sentía como su mundo se destruía.
Su hija, lo único que le quedaba, estaba furiosa con ella por motivos más que suficiente.
Ella se había acostado con el chico que su hija amaba y no solo una vez, sino varias.
Yuriko comprendía que su hija sufriría cuando se enterara, pero ella tenía el derecho de saber sobre su relación, así que le contó todo.
Con cada palabra que ella decía, la expresión de su hija se volvía peor, al punto de que las lagrimas corrieron por sus suaves mejillas.
Cuando terminó su relato, su hija le dijo que era una cualquiera por acostarse con el chico que ella amaba, solo para salir corriendo del lugar.
Una palabra…
Solo una palabra bastó para destruirla completamente.
Una cualquiera…
Ella nunca pensó que su hija la llamaría de esa forma.
“Lo siento Saya…” – lloró Yuriko – “Lo siento tanto”
“Kaasan….” – la pelimorada se sorprendió cuando escuchó la voz de su hija, así que levantó su mirada.
“Saya…” – murmuró Yuriko – “Lo siento… lo siento…”
“. . .” – la joven Takagi, solo podía suspirar al ver como su fuerte y valiente madre, se había vuelto una flor marchita que estaba a punto de caer.
“Lo siento…” – era lo único que podía decir la pelimorada mientras miraba a su hija – “Lo siento…”
Saya se maldijo por solo pensar en ella.
Siempre había sido así.
Desde pequeña, sus padres le habían entregado todo lo que ella deseaba, así que ella era pedante y egoísta. Esto se demostraba en su actitud de superioridad con los demás.
Saya solo podía golpearse mentalmente al no notar como su madre estaba sufriendo.
Su madre había puesto una apariencia fuerte luego de la muerte de su padre, para que así ella pudiera sentirse a salvo.
Yuriko siempre estuvo ahí para apoyarla en toda manera, incluso cuando la culpa la mataba por dentro.
“Kaasan….” – murmuró la chica pelirrosa.
“Lo siento Saya…” – murmuró Yuriko mientras lloraba sin control.
Saya se mordió el labio mientras veía a su madre devastarse.
Ella lentamente se acercó para abrazarla.
La pelimorada tembló ligeramente, pero rápidamente le devolvió el abrazo.
Las dos mujeres se mantuvieron así mientras Yuriko seguía disculpándose entre llantos.
Saya solo la consoló para que pudieran hablar bien, aunque sabía que esto tomaría su tiempo.
Ese fue el momento donde ella maduró un poco y comprendió que el mundo no se centraba en ella y sus necesidades.
* * * * * *
Cloud se quedó en silencio mientras rogaba con que la situación de las dos Takagi se arreglara, no porque así sería más fácil para él arreglarlo, sino porque no soportaba ver a esas dos mujeres sufrir.
“Será… como debe ser…” – suspiró el rubio mientras dejaba sus pensamientos a un lado.
No era momento para melodramas, ellos estaban en medio de una zona de guerra y había un “depredador” en el lugar.
El final del cuarto mes estaba acercándose peligrosamente y la cuidad todavía no era completamente segura.
“A trabajar” – se dijo a si mismo mientras se levantaba y caminaba en dirección donde estaban los soldados.
“¡Señor!” – uno de ellos notó su presencia y lo llamó.
Cloud solo asintió ante el saludo mientras continuaba su camino.
“¡Señor, han llegado los últimos reportes!” – dijo otro soldado.
“Habla” – asintió nuevamente el rubio.
“Hemos logrado limpiar el camino hacia los ċȯndȯminios, ahora solo queda movernos y asegurar la zona” – respondió el soldado.
“Perfecto… ¿como está la situación con los sobrevivientes?” – preguntó Cloud con calma.
“Ellos están bien…” – respondió el soldado – “Ahora solo estamos esperando en llegar a los ċȯndȯminios para poder mandar los buces de vuelta a la zona segura con los sobrevivientes para que puedan tener su capacitación, eso si, los niños van a necesitar ayuda”
“Era de esperarse” – suspiró Cloud con molestia.
Tanto él, como los demás, pudieron notar el vacío en los ojos de los niños.
“Esto era justo lo que queríamos prevenir…” – suspiró el rubio mientras negaba con la cabeza – “Esperemos que puedan recuperarse cuando los dejemos con los demás”
“Ojala que así sea…” – suspiró el soldado.
Él también era padre, así que ver a esos niños que eran de la edad de su hijo, estar así, hacía que él no supiera como reaccionar.
Él, al igual que muchos de los soldados, peleaba para proteger a su familia.
“Mejor contactemos con Amami” – dijo Cloud mientras sacaba su teléfono satelital.
Él esperó unos segundos hasta que por fin le contestaron.
* * * * * [Con General Amami] * * * * *
La batalla que había sucedido, había sido brutal como ninguna otra.
Los zombies que habían enfrentado antes, no podían compararse con los que pelearon recién.
Sus pensamientos estaban en el combate cuando el teléfono satelital empezó a sonar.
Lentamente se acercó al maletín y lo abrió, para luego aceptar la llamada.
“Estuve esperando tu llamada” – dijo Amami con calma.
“Si no fuera un apocalipsis zombie, pensaría que estás desesperado por mi…”
“Si ya dejaste de bromear, mejor entremos al tema” – el General solo suspiró con molestia ante la actitud del rubio.
“Ok…”
“Por como actúas, puedo deducir que todo está bien” – dijo Amami con seriedad – “Digamos que por aquí, la tenemos un poco complicado”
“Déjame adivinar… los zombies son mucho más problemáticos y violentos”
“No podría haberlo explicado mejor” – asintió el general – “Y si lo sabes, significa que también tuviste el mismo problema”
“Si… ¿podemos decir que esa sería la influencia del Infectado original?”
“No podría haberlo dicho mejor” – asintió nuevamente el viejo hombre de guerra – “También lo que pude notar, es que están desarrollando el olfato”
“También me di cuenta de eso”
“Pero supongo que no llamaste solo por eso” – dijo Amami con seriedad.
“No… solo quería decirte que ya pusimos nuestro puesto de avanzada en la zona residencial del sector 4, también logramos rescatar a un grupo de sobrevivientes”
“Mientras más gente salvemos, mejor” – asintió el general.
“Mis mismos pensamientos”
“¿Donde tienes pensado que nos reunamos?” – preguntó Amami con seriedad.
“Tenía pensado en limpiar la zona exterior y luego atacar poco a poco el centro”
“¿Un ataque de pinza?” – preguntó el general mientras se frotaba la barbilla.
“No sabemos donde está el infectado original, ni tampoco si tiene facultades cognitivas, así que mejor nos aseguramos de limpiar todo bien desde el principio”
“Comprendo, lo haremos a tu manera” – dicho eso, el general cortó la llamada.
“¡General!” – gritó un soldado.
“¿Que es lo que necesitas?” – preguntó Amami con seriedad.
“¡Hemos descubierto signos de vida a dos cuadras!” – dijo el soldado.
“Ya saben el procedimiento” – asintió el general.
“¡Hai!” – asintió el soldado mientras se retiraba.
“Supongo que no eres el único que encontró un poco de vida en este páramo helado… Cloud Strife…” – murmuró Amami mientras salía de la habitación – “Solo un poco más y nuestra cuidad estará a salvo…”
* * * * * * *
Y así fue como el día terminó.
Shizuka, Rei y Rika, no se acercaron donde Cloud porque habían notado su mirada seria y pensativa.
Yuriko y Saya continuaron conversando sobre su situación.
Los soldados estaban limpiando toda la zona con gran precisión mientras que los sobrevivientes por fin pudieron tener un suspiro de alivio.
Iris quería ir a hablar con su hijo, pero sentía que no era el momento correcto para hacerlo.
Cada integrante del grupo, fue a sus distintos lugares de descanso ya organizados.
Los sobrevivientes fueron a los buses, los soldados a las casas limpiadas recientemente, las chicas tomaron una para ellas mientras que Cloud se tomó una casa para él solo.
Iris quiso acompañarlo, pero Cris le dijo que le diera un poco de tiempo porque se veía que el chico necesitaba pensar, así que en vez de ir donde su hijo, decidió ir donde las chicas, así podría conocer a sus nueras.
* * * * * *
Cloud en estos momentos estaba mirando al cielo estrellado en silencio.
“Falta poco…” – murmuró el rubio con calma mientras contemplaba lo poco que quedaba para ċumplir su objetivo.
“Tienes razón, falta poco para que la cuidad vuelva a ser lo que era” – dijo una voz femenina detrás de él.
“Pensaba que no te acercarías a mi por un tiempo” – respondió Cloud sin mirar atrás.
“Es porque no vine sola” – respondió la mujer.
“. . .” – el rubio quedó en silencio unos segundos, para luego soltar un suspiro.
“Pareciera como si no nos quisieras ver en estos momentos” – dijo Saya con molestia – “Y yo viniendo con Kaasan para poder arreglar todo esto ahora”
“No es eso… es solo que pensé que se demorarían más” – respondió Cloud con calma – “Más sabiendo lo cabeza dura que eres”
“¡Oye!” – Saya solo le dio una mirada molesta.
“Aunque tienes que admitir que si eres terca hija” – sonrió Yuriko.
“¡No tú también, Kaasan!” – gritó la joven Takagi con molestia – “Como sea, Kaasan ya me contó todo, pero quiero escuchar también tu versión antes de decidir como proceder con tu castigo”
“Ok…” – asintió el rubio mientras caminaba hacia el living, siendo seguido por las dos Takagi.
* * * * * *
El tiempo nuevamente transcurrió y una semana ya había pasado.
Cloud y Saya habían logrado a volver a ser como antes, aunque la mirada de sorpresa de las chicas no podía ser ocultada cuando escucharon que Yuriko también era parte del grupo.
Tal parece que las constantes batallas y el ambiente post apocalíptico, habían hecho que la joven Takagi madurara más de lo que pensaba, aunque más que nada lo había “perdonado” porque ahora tenía en la mente la idea de que al menos ya no se separaría de su madre.
Shizuka fue la que más fácil lo aceptó, siendo el espíritu libre que era.
Iris no sabía que exactamente pensar de esta situación, pero sabiendo que su hijo ya era un ȧduŀto, no se metería en su vida. Eso si, eso no significaba que no lo regañaría por haber hecho tales actos con la madre de su novia.
Durante este tiempo, el grupo ya había limpiado gran parte de la zona exterior con la ayuda de los militares, así como trasladar a los sobrevivientes a la zona segura.
Iris quería quedarse con su hijo, pero gracias al las palabras de Cloud y de Cris, ella a regañadientes se trasladó con los demás.
Lo otro que sucedió, fue que habían logrado encontrar otros grupos pequeños de sobrevivientes mientras avanzaban lento pero seguro.
Cloud en estos momentos estaba mirando hacia el centro desde la ventana de su oficina improvisada.
Mientras más se acercaban al objetivo, más violentos eran los zombies.
“¿No deberíamos estar moviéndonos más rápido, Cloud-sama?” – preguntó uno de los soldados que recién había llegado como apoyo.
“Si hacemos eso, terminaríamos rápido…” – asintió el rubio – “Pero al mismo tiempo no sabría decir cuantas serían las pérdidas”
“. . .” – los presentes quedaron en silencio mientras se miraban entre ellos.
“Puede que no lo sepas porque recién llegaste, pero por primera vez desde que empezamos… hemos tenido bajas…” – continuó el rubio con seriedad.
Él no consideraba a los bastardos que rompieron las reglas del grupo y murieron en misiones, como bajas, después de todo, ellos eran por así decirlo, criminales con pena de muerte. Por otro lado, los soldados que habían muerto durante esta operación, eran guerreros que estaban dando la vida no solo para proteger a sus familias, sino también a sus compañeros.
Uno solo podía maravillarse al ver lo tan unidos que eran los hombres bajo Cloud y solo tomó tres meses.
“Hemos perdido 30 valerosos soldados” – suspiró Yuriko mientras leía los reportes – “Estos hombres cayeron al intentar prevenir que uno de los ‘locos’, se acercara a su grupo…”
Durante estos últimos días, el grupo se había encontrado con zombies que tenían “personalidades” distintas a los que ya se habían encontrado, así que les pusieron nombres para clasificarlos.
Primero estaban los Locos y como su nombre lo dice, eran zombies erráticos que al haber alguien vivo cerca, corrían sin control, pero a diferencia de los normales, estos cambiaban de foco de forma aleatoria.
En segundo lugar estaban los Perros, que luego de pensarlo con mucho cuidado, habían deducido que estos habían recuperado completamente el sentido del olfato.
Su comportamiento era simple también, estos se quedaban quietos en lugares aleatorios y cuando sentían el olor de una persona, saltaban rápidamente contra ellos.
Al menos un 50% de las bajas fueron por culpa de estos zombies, ya que habían veces donde se escondían en lugares poco visibles y cuando por fin podían notarlos, ya era demasiado tarde.
Y finalmente los más peligrosos de todos y al mismo tiempo los que menos habían, los Cazadores.
Estos zombies eran los que en vez de desarrollar su olfato, habían desarrollado su visión.
Estos Cazadores, usaban parte de los lugares altos para poder saltar o se escondían para realizar emboscadas.
El único alivio que tenía el grupo, era que los zombies no tenían facultades cognitivas y solo se movían por instinto, porque si los Cazadores fueran inteligentes, entonces las bajas serían al menos el triple.
“Es por ese motivo que no podemos avanzar de forma errática” – negó el rubio – “Si por algún casual nos encontramos con un grupo de Cazadores, perderíamos a demasiado de nuestros hermanos”
“Lo siento Cloud-sama” – murmuró el soldado.
“No te preocupes” – sonrió Cloud – “Es información que reunimos hace poco, así que no la hemos hecho pública…”
Pero antes de que pudiera continuar, su teléfono satelital empezó a sonar.
—–FIN CAP 60—–
No he ni podido escribir el segundo capítulo del volumen de IS… porque he estado un poco bloqueado últimaente, sin contar que reescribir los capítulos de “La Leyenda del Kyubi” está siendo bastande consumidor de tiempo.